La inflamación intestinal y sistémica son lo mismo.

La inflamación intestinal y sistémica son lo mismo.

La inflamación intestinal y sistémica son lo mismo.

Seguimos con los domingos de Desmintiendo Mitos de Nutrición, en este post hablo sobre el mito «la inflamación intestinal y sistémica son lo mismo» 🔍

 

¿Qué es la inflamación?

 

  • Es una respuesta del sistema inmunológico a infecciones, lesiones o estímulos dañinos.
  • Involucra una serie de interacciones complejas entre factores solubles y células que buscan restaurar la homeostasis y reparar el tejido dañado.
  • La inflamación puede ser aguda (puntual) o crónica, dependiendo de la duración y la naturaleza del estímulo.
  • Importante destacar que, no sólo es una respuesta a infecciones o lesiones, sino que también puede ser desencadenada por factores metabólicos (dieta, microbiota…) y de estrés, como se observa en enfermedades cardiometabólicas.
  • Es esencial para la defensa del organismo y la reparación de tejidos, pero su desregulación puede llevar a enfermedades crónicas y daño tisular persistente.

 

¿Qué es la inflamación aguda?

 

  • Es la respuesta inflamatoria inmediata del organismo frente a infecciones, lesiones o estímulos dañinos para eliminar el patógeno y reparar el tejido.
  • Se produce la activación de diferentes vías de señalización inflamatorias que comienzan con la activación de células inmunitarias innatas (neutrófilos y macrófagos), la liberación de citocinas y quimiocinas, y la migración de leucocitos al sitio de la lesión.
  • Es esencial para la vida, ya que sin ella moriríamos al no eliminar el patógeno y/o no reparar el tejido dañado.
  • Una vez se elimina el patógeno y/o se repara el tejido, cesa la respuesta inflamatoria.

 

¿Qué es la inflamación crónica?

 

  • Es una respuesta inflamatoria prolongada o desregulada.
  • Está asociada con diversas enfermedades crónicas como la obesidad, la diabetes tipo II, la artritis reumatoide, la enfermedad inflamatoria intestinal, ciertos tipos de cáncer…
  • La mayoría de estas enfermedades están relacionadas con hábitos de vida poco saludables, y tanto la propia enfermedad como los malos hábitos de vida (dieta pobre en alimentos de origen vegetal y rica en ultraprocesados, sedentarismo, estrés, mal descanso, contaminación ambiental…) desencadenan una respuesta inflamatoria crónica de bajo grado.
  • Conlleva la producción constante de sustancias inflamatorias como la interleucina (IL)-1β, IL-6, el factor de necrosis tumoral (TNF-α), la proteína C reactiva (PCR) y receptores solubles de TNF.
  • Estas sustancias inflamatorias se encuentran constantemente en la sangre generando una inflamación crónica y sistémica.
  • Actualmente se utilizan como indicadores de inflamación sistémica. Sin embargo, no son específicas de enfermedad, sino que brindan una idea del estado inflamatorio crónico general.
  • Al ser crónica y no aguda, nos interesa reducirla con hábitos de vida saludables (dieta rica en alimentos de origen vegetal, actividad física, buen descanso, buena gestión del estrés, relaciones sociales enriquecedoras…) para minimizar sus prejuicios sobre la salud.

 

¿Y la inflamación intestinal?

 

  • Es una respuesta inmunológica del intestino a diversos estímulos, que puede incluir infecciones, lesiones, desequilibrios en la microbiota intestinal, y factores genéticos y ambientales (alimentación, estrés, contaminación…).
  • Puede ser aguda o crónica y como cualquier otra respuesta inflamatoria se caracteriza por la activación de células inmunitarias y la liberación de mediadores inflamatorios.
  • Es un proceso complejo que involucra la interacción entre la barrera epitelial, el sistema inmunitario y la microbiota intestinal.
  • Cualquier desequilibrio en la barrera epitelial, el sistema inmunitario y/o la microbiota intestinal desencadena una respuesta inflamatoria intestinal.

 

¿Por qué el auge actual?

 

  • Porque la prevalencia de todo tipo de inflamación crónica, como la intestinal, ha aumentado dado el incremento de la población a la exposición de factores tóxicos, como una alimentación pobre en alimentos de origen vegetal y rica en ultraprocesados, el sedentarismo, el estrés crónico, un mal descanso, la contaminación ambiental…
  • Además, en los últimos años se ha popularizado mucho en los medios de comunicación la inflamación y la importancia de seguir una dieta antiinflamatoria.
  • Sin embargo, como en muchos otros temas de nutrición, la sobre información ha llevado a desinformación y ha dado lugar a una interpretación errónea de la fisiología de la inflamación.
  • Confundiéndose términos como: la inflamación crónica con la inflamación intestinal y esta última a su vez con la permeabilidad intestinal y la distensión abdominal.
  • No obstante, la inflamación no es más que una respuesta normal y necesaria de nuestro organismo a infecciones, lesiones, estímulos dañinos y factores metabólicos y de estrés.
  • Pudiendo ser aguda o crónica. La aguda es inmediata para defendernos de un “ataque” y termina cuando este desaparece. Mientras que la crónica es constante y por ello es perjudicial para el organismo, ya que nos expone constantemente a sustancias inflamatorias.
  • Para minimizar los prejuicios de la inflamación crónica debemos tener unos hábitos de vida saludables (dieta rica en alimentos de origen vegetal, actividad física, buen descanso, buena gestión del estrés, relaciones sociales enriquecedoras…), tener una composición corporal (relación masa muscular / masa grasa) adecuada a nuestra fisiología y contexto, gozar de un buen VO2max, presentar una buena fuerza muscular, etc.

 

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